Delitos contra la seguridad vial

En la actualidad, las conductas delictivas contra la seguridad vial, tal como las regula el Legislador en el Capítulo IV del Título XVII del Código Penal, comprenden los siguientes delitos:

• Exceso de velocidad (Art. 379.1)
• Conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas (Art. 379.2)
• Conducción temeraria (Art. 380)
• Conducción temeraria con manifiesto desprecio a la vida de los demás (Art. 381)
• Fuga o abandono del lugar del accidente (Art. 382 bis)
• Desobediencia a los agentes por negativa a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la detección de bebidas alcohólicas y drogas tóxicas (Art. 383)
• Conducción tras la pérdida de vigencia del permiso por pérdida total de puntos (Art. 384 inciso 1º)
• Conducción habiendo sido privado cautelar o definitivamente en vía judicial del derecho a conducir (Art. 384 inciso 2º)
• Conducción sin haber obtenido nunca permiso o licencia (Art. 384 último inciso)
• Alteración de la seguridad del tráfico en la vía (Art. 385.1), y
• No restablecimiento de la seguridad de la vía, cuando haya obligación de hacerlo (Art. 385.2)

En los vehículos destinados al aprendizaje de la conducción, se considera conductor a la persona que maneja los mandos auxiliares durante la práctica. Por tanto, aunque el alumno sea quien conduce el vehículo, la responsabilidad legal recae en el Profesor.

En general, si un conductor abandona el lugar tras provocar un accidente en el que fallezcan una o varias personas, o se causen lesiones, conforme al artículo 382 bis del Código Penal, puede enfrentarse a diferentes penas según las circunstancias del hecho:

• Si el accidente fue consecuencia de una imprudencia por su parte, se le puede imponer una pena de prisión de entre 6 meses y 4 años, además de perder el permiso de conducir entre 1 y 4 años
• En cambio, si el suceso fue totalmente fortuito, la pena será más leve: entre 3 y 6 meses de prisión, y la retirada del carné de conducir entre 6 meses y 2 años

Los delitos contra la seguridad vial son de peligro abstracto porque afectan a la sociedad en su conjunto, es decir, a todas las personas que utilizan la vía pública.

No es imprescindible que se ponga en riesgo la vida o la integridad de individuos específicos, por lo que no es necesario que haya víctimas concretas para que una determinada conducta sea castigada penalmente.

En términos generales, la ley considera que un vehículo de dos o tres ruedas es una motocicleta si su cilindrada supera los 50 cm³ y/o su velocidad máxima excede los 45 km/h, mientras que los ciclomotores quedan por debajo de estos umbrales.

Un “turismo”, es un automóvil diseñado para el traslado de personas, con un mínimo de cuatro ruedas y un máximo de ocho plazas además del asiento del conductor.