Derecho Penal

Un abogado penalista se desempeña en una jurisdicción y campo del derecho determinados.

Nos referimos al ámbito penal, es decir al área del derecho, conformada por un conjunto de disposiciones legales, que asocian a delitos y estados de peligrosidad criminal, como supuestos de hecho, unas penas y medidas de seguridad, como consecuencias jurídicas.

En ese escenario, el letrado especializado en derecho penal, lleva adelante distintas funciones, como son la:

• asistencia de detenidos en comisarías, juzgados o centros penitenciarios.
• solicitud de pruebas en la fase de instrucción de un proceso.
• presentación de escritos de defensa o acusación.
• presentación de recursos, y
• representación de los intereses de su cliente, en declaraciones, vistas, en la sesión del juicio oral, y si fuera necesario, durante la ejecución de la pena impuesta.

En el ámbito del derecho, existen profesionales especializados en diversas áreas. El abogado penalista, en particular, es el experto encargado de ofrecer asesoramiento y representación a aquellas personas involucradas en un procedimiento penal.

La finalidad de estos procesos, consiste en investigar el delito cometido, identificar al autor y determinar el grado de responsabilidad que le corresponde.

Por todo ello, el abogado penalista lleva casos, donde el objeto de la investigación y enjuiciamiento a realizar por parte de la autoridad judicial, es un delito recogido en el código penal.

Podemos definir el delito como una conducta, recogida en la legislación penal asociada a una sanción penal, que lesiona o pone en peligro un bien jurídico y atenta gravemente contra las concepciones ético- sociales, jurídicas, políticas y económicas esenciales de una sociedad.

Es por ejemplo el caso, de los delitos contra la vida, las personas, el orden público, la libertad sexual o el patrimonio, entre otros…

Este proceso tiene como objetivo principal agilizar el tratamiento de ciertos casos, permitiendo que se resuelvan de forma más rápida mediante un procedimiento simplificado. Su finalidad es acelerar tanto la instrucción como el juzgamiento.

El juicio rápido es un tipo de procedimiento penal especial, previsto únicamente para unos tipos penales determinados, como es el caso del hurto, los daños, el robo, los delitos contra la salud pública o contra la seguridad vial, entre otros…

Es importante saber que si la instrucción es compleja, el procedimiento no podrá llevarse por esta vía rápida, la cual se caracteriza por su sencillez y sobre todo por la velocidad con la que suceden los acontecimientos.

Por lo tanto, si la pregunta es que hacer ante un juicio rápido, nuestra recomendación es contactar lo antes posible con un abogado especializado en el tema, capaz de valorar si aun es posible solicitar su transformación en un procedimiento penal “normal” o en caso contrario, que pueda dar respuesta ágilmente a nuestro problema y prepararnos adecuadamente para enfrentar el juicio con las mayores probabilidades de éxito.

Lo que distingue el trabajo de un abogado de derecho civil y uno de derecho penal es el ámbito jurídico en el que ejercen su profesión.

El abogado que actúa en el área civil se especializa en las cuestiones recogidas en el código civil, como son los contratos, herencias, obligaciones o asuntos de familia, entre otros muchos…

En cambio el letrado que ejerce el derecho en la jurisdicción penal, lo hace sobre los delitos que se encuentran definidos en el código penal, como es el caso de los homicidios, agresiones sexuales, tráfico de drogas o violencia de género, por mencionar solo algunos de ellos.

Si has recibido una citación judicial donde te notifican que te han denunciado, lo más recomendable es que te pongas en contacto con un abogado para que te explique en detalle su contenido y te asesore sobre los próximos pasos a seguir.

Pero es importante saber, que cuando se presenta una denuncia, no siempre el denunciado es informado de inmediato. En ese caso, si deseas asegurarte de si has sido denunciado o de si existe algún procedimiento penal en tu contra, puedes acudir a las oficinas de información de los juzgados de tu jurisdicción. Solo necesitas presentar tu DNI y solicitar un informe sobre los procedimientos en los que pudieras estar involucrado.

Confirmada la existencia de una denuncia en tu contra, tienes que tener en cuenta, que es muy probable que seas convocado a declarar como investigado, cosa que sucederá cuando el procedimiento sea asignado a un juzgado específico.

A partir de ese momento, comienza la fase de instrucción del procedimiento penal, en el que se investigarán los hechos denunciados para posteriormente ser juzgados.

Es frecuente que nuestros clientes nos hagan esta pregunta. Es muy importante saber que cuando alguien nos denuncia, no necesita tener pruebas de los hechos que considera delictivos.

Por lo tanto, si el denunciante cuenta con pruebas las aportará en ese momento o más adelante, pero en caso de no tenerlas, al recibir una denuncia, el cometido de la Policía como posteriormente el del Juez instructor, es investigar adecuadamente esos hechos, lo que implica buscar pruebas para confirmar la veracidad e ilegalidad de los mismos. (Pej: La Policía puede citar a declarar testigos o solicitar las grabaciones de cámaras de seguridad del lugar de los hechos, o el Juez puede ordenar la elaboración de informes periciales o requerir informes a empresas u organismos oficiales, que permitan conocer detalles del caso y determinar si hay que imputar un delito y perseguirlo)

Existen también delitos en los que no es necesario contar con pruebas para condenar al acusado, como sucede en el caso de los delitos sexuales, donde ante determinadas circunstancias, la sola declaración de la víctima puede ser la única prueba de cargo.